viernes, 18 de marzo de 2011

Suegra & papel higiénico

Hoy estuve recordando cuando mi pseudo suegra, en una de sus ocurrencias ocasionales para ahorrar algún billete, controlaba la cantidad de papel higiénico que yo usaba en su casa. Llegó a tal punto su obsesión, que en los últimos tiempos (cuando aún la visitaba), me pedía que llevara mi propio rollo.

La mina tiene un tremendo mambo con la guita, pero controlar el papel higiénico es un acto demasiado irracional.  Me acuerdo y me brota una furia inigualable.

Llegué a indignarme tanto, que motivé un encuentro entre ambas para hablar de este tema. Pocas veces me sentí tan imbécil como aquella vez en la que mantuve una conversación de media hora sobre el aprovechamiento máximo que debe hacerse de este artículo.

miércoles, 9 de marzo de 2011

Empleadas domésticas

Tengo un problema con las minas que vienen a limpiar a casa. No puedo imponerme, no logro decirles nada cuando no me gusta como limpian, o me da bronca que lleguen tarde, o que falten y no avisen. No demuestro que no tolero lo chusmas que son, que me envidien y que me cuenten pelotudeces que no me interesan.

No puedo evitar tratarlas bien, exageradamente bien.

No invierto tiempo ni energía en lograr que la gente piense que soy buena mina, por eso no entiendo POR QUÉ MIERDA ME BROTA ESTA PERSONALIDAD SUBNORMAL CON LAS EMPLEADAS DOMESTICAS?!

Mientras me embarga la bronca, les sonrío, les pago de más y me despido hasta la semana que viene con una enorme e hipócrita sonrisa en los labios.

martes, 1 de marzo de 2011

Experiencias subterráneas II

Escalera Mecánica

La humanidad se divide en dos categorías:  los que utilizan la escalera mecánica como corresponde y aquellos que murmuran enojados porque no pueden pasar DEBIDO A QUE HAY GENTE PARADA DELANTE SUYO!
Sepan los que pertenecen a esta última categoría, que me colman de bronca.

Lysoform

Desde hace unos meses, viajo a diario con un Lysoform en la cartera.
No disparo desodorante en la cara de la gente pero marco a mi alrededor una especie de cono antibacteriológico, el cual hace más grato el traslado.
Desdichadamente, los pasajeros no se muestran muy conformes con mi gesto.

jueves, 24 de febrero de 2011

Terapia frustrada

La única vez que fui a terapia (psicoanalítica, gestáltica, cognitiva  … la verdad es que no sé que mierda de terapia era), la pasé tan mal que jamás repetí la experiencia.

Hace unos cuantos años mi vieja pensó que necesitaba asistencia psicológica urgente.
Estuve 45 minutos escuchando a una hippie de pelos revueltos. No emití palabra.

Finalizó el encuentro y al despedirnos, esta señora no tuvo mejor idea que abrazarme bien fuerte durante 3 o 4 minutos, mientras repetía con tono monocorde, que la humanidad necesitaba abrazarse más.

A la señora se le antojó ejercer conmigo una especie de  “Abrazoterapia” a la que no pude negarme.  Odié dicha situación, pero no encontré manera de zafarme de ella.

miércoles, 16 de febrero de 2011

La bocina en el "orto"...

Tomé esta foto en Montevideo hace unos días.
Sr. Conductor: sepa usted que lo banco!


miércoles, 9 de febrero de 2011

Mosquitas muertas

Por qué las mosquitas muertas siempre me ganan la pulseada? Por qué los tipos son tan manipulables cuando ven una maldita lágrima femenina?

La última vez que hice llorar a una mujer fue delante de mi novio y un amigo. La mosquita muerta hizo uso de su temblorosa voz para ganarse a la escasa platea masculina presente.
Me bombardeó la noche entera con sutiles daguitas, y finalmente me planté. Me brotó la loca histérica que llevo dentro y que jamás se toma vacaciones, y la frené a los gritos.

Como era previsible, su carita de gansa degollada y sus dos gotitas saladas estancadas en cada mejilla, ganaron la batalla.

domingo, 6 de febrero de 2011

Secreto bobo

Me gusta espiar a las personas cuando creen que están solas.
Somos lo que somos cuando solos estamos. Para mi es éste, un axioma irrefutable.
Hoy confieso que en soledad, le bailo desnuda a mi gato.
Sí, soy una tarada.

Experiencias subterráneas

Conversación casual

Se me acerca en el subte un púber de 20 años aproximadamente. No tolero las conversaciones casuales, pero me habla y no me queda otra que sacarme los auriculares.

Púber: Qué estás escuchando?
Treintona: Lou Reed
Púber: Ah, tenés mil años!
Treintona: Por eso, no me hables.

Pendejo de mierda!

Miedo en el subsuelo

Desde hace años, tengo mucho temor de que alguien me tire a las vías cuando el subte se está acercando a la estación.
Es un miedo irreprimible. Trato de acercarme a la franja amarilla. Lo logro cuando el subte no se asoma, cuando todavía no hay sonido que delate su proximidad.
Pero cuando lo veo o lo escucho, empiezo a caminar bien despacito hacia atrás, en puntitas de pie, como si así no me diera cuenta que estoy haciendo trampa.

sábado, 5 de febrero de 2011

Manías dentales

Cada vez que procedo a  lavarme los dientes, invierto alrededor de 15 minutos en dicho quehacer.

En qué instancia de mi vida fue que se convirtieron en elementos indispensables la pasta dentífrica, el hilo dental saborizado y el enjuague bucal Listerine?

Estos mambos dentales me hacen dar cuenta que ya soy una “señora”. Tengo dientes de “señora” y por eso me los cuido como una “señora”.

Hijos, óvulos y vietnamitas

Tengo 32 años y todavía no sé si quiero tener hijos. No aparece el instinto maternal, ni el irrefrenable deseo reproductivo para darle sentido a mi vacío existencial.

No lo digo con ínfulas de superioridad, pero no me jode este “vacío". Se entiende? O me jode, pero no siento que deba apaciguarlo a base de pañales y mamaderas.
Será tal vez que creo que la existencia en sí es absurda a priori, y por eso no encuentro nada “supremo” en la maternidad.

El reloj biológico avanza, y aún más rápido avanzan las preguntas de mi vieja, quien quiere ser abuela cuanto antes. Y a la pobre mujer, sólo le digo que se acostumbre a la idea de que su único nieto será mi felino persa.

Esta es una de las consecuencias de ser única hija. Por qué no habré tenido una hermana al mejor estilo Ana de la Pradera? O una especie de Laura Ingalls que sirviera para canalizar los deseos formales de mis padres.

Y si después me arrepiento? Y si cumplo cincuenta y quiero ser madre y abuela al mismo tiempo?
Qué hago en esa instancia? Me compro otro gato? Adopto un vietnamita?

O por las dudas me apuro y congelo mis óvulos cuanto antes?

Pff...